Tres juegos se suceden: justo antes de este fragmento, Lisa, amiga de Laura, que no sospecha que es una niña, al principio juega a maquillarla de niña y descubre que le queda bien: aquí, el juego revela la realidad, pero sólo Laura puede saberlo. En este fragmento, Laura va a jugar con su hermanita a juegos de pequeños, lo que le permite tomar prestado un poco de plastilina. Debe ir a bañarse al día siguiente con la banda de amigos y espera que un pedazo de plastilina, ubicado en su slip de baño, la haga un varón creíble. La gran escena de juego tiene lugar durante el baño, donde los chicos se enfrentan y hacen caer al otro al agua. Laura toma precauciones, juega como un varón y triunfa a menudo ante sus adversarios de juego. Pero la precariedad de su subterfugio hace que el espectador tiemble por ella, imaginándose que el pedazo de plastilina no resistirá esas actividades violentas y va a revelar que aparentaba ser un varón. El juego, como el partido de fútbol, le permite a Laura realizar momentáneamente su deseo de ser un varón, pero el juego pone también en peligro esta identidad imaginaria y deseada.
Comentario
Tres juegos se suceden: justo antes de este fragmento, Lisa, amiga de Laura, que no sospecha que es una niña, al principio juega a maquillarla de niña y descubre que le queda bien: aquí, el juego revela la realidad, pero sólo Laura puede saberlo. En este fragmento, Laura va a jugar con su hermanita a juegos de pequeños, lo que le permite tomar prestado un poco de plastilina. Debe ir a bañarse al día siguiente con la banda de amigos y espera que un pedazo de plastilina, ubicado en su slip de baño, la haga un varón creíble. La gran escena de juego tiene lugar durante el baño, donde los chicos se enfrentan y hacen caer al otro al agua. Laura toma precauciones, juega como un varón y triunfa a menudo ante sus adversarios de juego. Pero la precariedad de su subterfugio hace que el espectador tiemble por ella, imaginándose que el pedazo de plastilina no resistirá esas actividades violentas y va a revelar que aparentaba ser un varón. El juego, como el partido de fútbol, le permite a Laura realizar momentáneamente su deseo de ser un varón, pero el juego pone también en peligro esta identidad imaginaria y deseada.