Este fragmento se compone de un único plano secuencia, cuyo tema es una discusión de pareja entre dos jóvenes. La decoración en colores kitsch de la habitación de la joven parece un cuadro de Paul Klee, con sus cuadrados y rectángulos de colores vivos y alegres. El cineasta sin duda compuso este ensamblaje de colores geométricos como un pintor moderno que coloca colores en su lienzo. Hou Hsiao Hsien es un director que no soporta las luces inertes e inventa constantemente soluciones para hacer que las luces y los colores cobren vida en cada plano.
Aquí, cuando gira para seguir a la joven que deja la habitación y sale del departamento, la cámara pasa frente a un hermoso neón azul, luego por la pared amarilla donde se refleja el color azul animado de una pantalla de televisión, luego por delante de la luz verde del baño para llegar al cartel rojo fijado en la puerta. En un solo plano, encontramos de forma dinámica todos los colores del decorado del inicio del plano.
Pero para hacer aún más vívidos e inesperados estos efectos de luz y color, el cineasta tuvo la idea de colocar su cámara, al inicio de la escena, muy cerca de la cortina de cuentas de colores que separa el dormitorio de la entrada. Dependiendo de si el foco se hace en el fondo de la habitación o en el joven, las cuentas de colores son casi transparentes e invisibles o por el contrario se convierten en manchas de colores vivos y brillantes que se superponen a los colores estables del decorado. Como si el director estuviera realizando una especie de action painting sobre su propia imagen.
Comentario
Este fragmento se compone de un único plano secuencia, cuyo tema es una discusión de pareja entre dos jóvenes. La decoración en colores kitsch de la habitación de la joven parece un cuadro de Paul Klee, con sus cuadrados y rectángulos de colores vivos y alegres. El cineasta sin duda compuso este ensamblaje de colores geométricos como un pintor moderno que coloca colores en su lienzo. Hou Hsiao Hsien es un director que no soporta las luces inertes e inventa constantemente soluciones para hacer que las luces y los colores cobren vida en cada plano.
Aquí, cuando gira para seguir a la joven que deja la habitación y sale del departamento, la cámara pasa frente a un hermoso neón azul, luego por la pared amarilla donde se refleja el color azul animado de una pantalla de televisión, luego por delante de la luz verde del baño para llegar al cartel rojo fijado en la puerta. En un solo plano, encontramos de forma dinámica todos los colores del decorado del inicio del plano.
Pero para hacer aún más vívidos e inesperados estos efectos de luz y color, el cineasta tuvo la idea de colocar su cámara, al inicio de la escena, muy cerca de la cortina de cuentas de colores que separa el dormitorio de la entrada. Dependiendo de si el foco se hace en el fondo de la habitación o en el joven, las cuentas de colores son casi transparentes e invisibles o por el contrario se convierten en manchas de colores vivos y brillantes que se superponen a los colores estables del decorado. Como si el director estuviera realizando una especie de action painting sobre su propia imagen.