Vittorio De Sica et Cesare Zavattini, Italia, 1951
Comentario
Un joven fue alojado por uno de los habitantes del asentamiento marginal; a la mañana siguiente, salen los dos de la minúscula tienda de hojalata, que imaginamos glacial. Descubrimos entonces, en un plano general, el asentamiento en el que los refugios precarios están repartidos un poco por todas partes en el terreno baldío cubierto de nieve y hielo. Los pobres habitantes salen de sus refugios y saltan en el lugar para tratar de calentarse. Cuando el muchacho se despide del hombre que lo recibió, al agradecerle, un rumor recorre el asentamiento: “¡el sol!”. Un rayo de sol -que se parece a un haz luminoso bien delimitado producido por un “seguidor de teatro”- dibuja un círculo de luz milagroso en el frío y gris paisaje helado. Este rayo de sol está realizado por trucaje y no oculta su naturaleza de dibujo, no realista, agregado en sobreimpresión en la imagen filmada. Como en los cuadros religiosos en los que un rayo de origen divino va del cielo a la tierra. Todos los pobres, hasta ese momento dispersos, se encuentran apretados unos contra otros en ese círculo de sol y de calor, bailan en el lugar y cantan su alegría. Reciben con gusto en su pequeña comunidad al muchacho que se les ha unido, pero rechazan fuera del círculo mágico al promotor corrupto que quiere echarlos de ese terreno para hacer sus negocios allí.
Comentario
Un joven fue alojado por uno de los habitantes del asentamiento marginal; a la mañana siguiente, salen los dos de la minúscula tienda de hojalata, que imaginamos glacial. Descubrimos entonces, en un plano general, el asentamiento en el que los refugios precarios están repartidos un poco por todas partes en el terreno baldío cubierto de nieve y hielo. Los pobres habitantes salen de sus refugios y saltan en el lugar para tratar de calentarse. Cuando el muchacho se despide del hombre que lo recibió, al agradecerle, un rumor recorre el asentamiento: “¡el sol!”. Un rayo de sol -que se parece a un haz luminoso bien delimitado producido por un “seguidor de teatro”- dibuja un círculo de luz milagroso en el frío y gris paisaje helado. Este rayo de sol está realizado por trucaje y no oculta su naturaleza de dibujo, no realista, agregado en sobreimpresión en la imagen filmada. Como en los cuadros religiosos en los que un rayo de origen divino va del cielo a la tierra. Todos los pobres, hasta ese momento dispersos, se encuentran apretados unos contra otros en ese círculo de sol y de calor, bailan en el lugar y cantan su alegría. Reciben con gusto en su pequeña comunidad al muchacho que se les ha unido, pero rechazan fuera del círculo mágico al promotor corrupto que quiere echarlos de ese terreno para hacer sus negocios allí.