En este fragmento, Jacques Tati opone dos universos y dos estéticas : el universo “moderno” futurista de la villa de los padres de Gerard y el barrio popular suburbano de su tío. La villa de los Arpel fue concebida por Jacques Tati y su consejero artístico en referencia a las arquitecturas vanguardistas de los años 50. Se caracteriza por las formas geométricas simples, materiales totalmente refinados, fríos, con colores blancos y grises metalizados. La cocina parece una sala de tratamiento en una clínica. El barrio popular del tío está por el contrario en constante movimiento, los colores son múltiples y se desplazan, se mezclan. El paso de la villa al barrio antiguo ocurre con el plano de unos molinetes de viento de todos colores, como un arcoíris animado.
El único color vivo y cálido del universo formal de los Arpel es la cortadora de césped de la vecina, porque la manera en que monta y maneja ese vehículo ridículo es el único elemento que aporta un poco de fantasía en ese mundo aséptico.
De paso, Jacques Tati imagina un pequeño gag visual en el plano en que el Sr. Arpel está sentado en su silla de jardín con el perro a su lado: los detalles de la bata del hombre y el abrigo del teckel se confeccionaron con la misma tela escocesa.
Comentario
En este fragmento, Jacques Tati opone dos universos y dos estéticas : el universo “moderno” futurista de la villa de los padres de Gerard y el barrio popular suburbano de su tío. La villa de los Arpel fue concebida por Jacques Tati y su consejero artístico en referencia a las arquitecturas vanguardistas de los años 50. Se caracteriza por las formas geométricas simples, materiales totalmente refinados, fríos, con colores blancos y grises metalizados. La cocina parece una sala de tratamiento en una clínica. El barrio popular del tío está por el contrario en constante movimiento, los colores son múltiples y se desplazan, se mezclan. El paso de la villa al barrio antiguo ocurre con el plano de unos molinetes de viento de todos colores, como un arcoíris animado.
El único color vivo y cálido del universo formal de los Arpel es la cortadora de césped de la vecina, porque la manera en que monta y maneja ese vehículo ridículo es el único elemento que aporta un poco de fantasía en ese mundo aséptico.
De paso, Jacques Tati imagina un pequeño gag visual en el plano en que el Sr. Arpel está sentado en su silla de jardín con el perro a su lado: los detalles de la bata del hombre y el abrigo del teckel se confeccionaron con la misma tela escocesa.