Comentario

Una mujer está a punto de dar a luz en una carreta en el medio del desierto. Tres hombres, tres fugitivos de la justicia, se encuentran con ella por casualidad y no saben cómo manejar esta emergencia. Uno de ellos, un mexicano que está casado y tiene hijos, es designado por los otros dos hombres para asistir el parto de la mujer.
Cuando el mexicano llega frente a la carreta, la escena del encuentro entre él y la mujer se filma de un modo totalmente inhabitual. Donde esperamos un juego de plano-contraplano entre los dos personajes, Ford jamás nos muestra a la mujer. Hace un corte en el eje -entre un plano general y un plano más cerrado- sobre el mexicano al que filma enmarcado por la lona la carreta. Estos dos planos parecen haber sido filmados previendo el contraplano de la mujer, que normalmente tendría que intercalarse entre ellos. Seguramente John Ford decidió no poner este contraplano durante el montaje.
Después, John Ford va a dejar la carreta y a ocultarnos por completo la escena del parto. Deliberadamente se queda con los otros dos personajes, detrás de un montículo de arena, realizando una acción relacionada de manera indirecta con la escena principal: encontrar agua para el bebé y su madre. Asistimos entonces a planos casi documentales: cómo extraer agua del cactus barril. Esta acción secundaria hace de pantalla sobre la acción principal: el parto en sí. Incluso la banda sonora nos oculta los gritos de dolor de la mujer. Con un silbido fuera de campo del mexicano, John Ford une los dos espacios: el mexicano da a entender a sus compañeros que el bebé ya nació, pero la visión de la madre y el bebé en el interior de la carreta se nos vuelve a ocultar.