En esta escena, la nieve tiene la función, en primer lugar, de volver irreales lugares familiares -una salida de metro, el Pont Neuf- y darles una dimensión infantil y poética. La nieve también es la que, al hacer que el chico se resbale, sea propulsado a los pies de la chica, como si este encuentro fuera fortuito, escapara a su voluntad, pero que fuera al mismo tiempo predestinado.
El plano de la salida de la escalera del metro permite que la nieve sea bien visible al encuadrarla sobre fondo negro, en contrapicado, en una parte limitada del plano. La blancura mágica de la nieve se vuelve sensible gracias a las manchas de color rojo del cartel del metro, el paraguas y el abrigo rojo al final del plano. En la continuación del fragmento, el único que tendrá derecho a estar en la imagen es el rojo de los coches y del pullover de Denis Lavant. En el último plano, en donde la pareja está inmóvil, la nieve parece cubrirlos y transformarlos en estatua del amor.
Comentario
En esta escena, la nieve tiene la función, en primer lugar, de volver irreales lugares familiares -una salida de metro, el Pont Neuf- y darles una dimensión infantil y poética. La nieve también es la que, al hacer que el chico se resbale, sea propulsado a los pies de la chica, como si este encuentro fuera fortuito, escapara a su voluntad, pero que fuera al mismo tiempo predestinado.
El plano de la salida de la escalera del metro permite que la nieve sea bien visible al encuadrarla sobre fondo negro, en contrapicado, en una parte limitada del plano. La blancura mágica de la nieve se vuelve sensible gracias a las manchas de color rojo del cartel del metro, el paraguas y el abrigo rojo al final del plano. En la continuación del fragmento, el único que tendrá derecho a estar en la imagen es el rojo de los coches y del pullover de Denis Lavant. En el último plano, en donde la pareja está inmóvil, la nieve parece cubrirlos y transformarlos en estatua del amor.