El valle de Abraham

Vale Abraão

Manoel de Oliveira, Portugal, 1993

Comentario

Esta secuencia está construida por Oliveira como el trabajo de un pintor sobre el color rojo.

Al inicio del fragmento, el rojo se mantiene muy discretamente al borde del cuadro como dos pequeñas manchas de rosas en el primer plano y el el plano del oratorio. El rojo espera pacientemente su turno y el momento adecuado para invadir la pantalla. Después de la salida de Bovary, el director se queda solo con Emma que va a jugar con las rosas para permitirle a Oliveira hacer de su escena un cuadro en proceso de ser pintado. Cada plano es como una pincelada de rojo aplicada por Oliveira en la tela de la pantalla. La actriz pasa a segundo plano dentro del plano en el que se hace foco en las rosas que invaden el cuadro mientras que Emma queda borrosa por detrás. Luego solo vemos de ella sus manos, ya que la rosa queda encuadrada bien en el centro del plano. Cuando vuelve por segunda vez a ese plano de la rosa, incluso el decorado ha desaparecido y el rojo vivo de la flor se destaca de manera pura del fondo que se ha vuelto completamente negro.

Oliveira juega también en este fragmento con el gato blanco que se encorva ante la agresión del perro guardián y se convierte en una pequeña y delicada forma pictórica blanca. Al final del fragmento, otro gato aparece en el salón, pero es negro, y sólo conserva del gato anterior la punta de las patas blancas.