Comentario

En esta secuencia doble, el director juega con la repetición y con la diferencia entre dos escenas idénticas. El primer día, las dos hermanas se detienen ante un aprisco en ruinas camino de la escuela. La hermana mayor, Isabel, le ha contado a la pequeña, Ana, que ahí ha visto al mismo monstruo de Frankenstein que ellas habían visto en una proyección de cine ambulante.

En la primera parte, la cámara se queda inmóvil, con Ana, lejos del aprisco. Isabel le dice algo al oído a su hermana antes de alejarse de ella en dirección al aprisco. El director nos oculta lo que le dice, no lo oímos. Isabel se acerca al pozo y mira hacia el fondo, pero no sabemos qué es lo que ve. Después, entra al aprisco y desaparece de la mirada de Ana y del espectador. Cuando Isabel vuelve con su hermanita, nuevamente le dice algo que no oímos, sin duda algo que ha visto.
En la segunda parte, Ana vuelve sola al mismo lugar para ver lo que su hermana vió y le ocultó, al igual que a nosotros. Se inclina en el borde del pozo y mira el agua oscura, la superficie del agua se altera cuando le tira una piedra. Después, entra en el april y el cineasta, con un paneo subjetivo de su mirada, nos va mostrando lo que ella ve. Pero, cuando su mirada llega al lado izquierdo del lugar, sumido en la oscuridad, lo que se nos muestra está sumido en la oscuridad. El misterio de lo visto sigue intacto, incluso cuando Ana mira.