Comentario

Carmen vuelve a casa es la primera película en color del cine japonés. En lugar de conformarse con la novedad técnica y de usar el color de manera puramente realista y naturalista, Keisuke Kinoshita usa el color como un elemento esencial del guión. El filme transcurre en un pueblo de campesinos en las montañas. Al comienzo de la película, desembarca la hija de uno de los habitantes del pueblo con una amiga. Vienen de Tokio en donde son bailarinas de cabaret y stripers. Kinoshita caracteriza a las dos muchachas con atuendos de colores vivos, un maquillaje muy sofisticado, que desentonan con los pobladores de vestimentas grises y apagadas para quienes el color es excéntrico. En este fragmento, ellas se entregan a un baile de comedia musical, pero en lugar de que el decorado sea artificial como en una escena de teatro, la naturaleza misma sirve de fondo a las dos chicas coloreadas. El contraste entre los colores suaves de la naturaleza (con las hermosas nubes imprevisibles, cuyo paso aprovechó el director) y los colores puros y vivos de las muchachas le da a la escena un encanto visual muy innovador para esta primera película en color.