Realizar un "minuto Lumière" es retomar un gesto fundacional del cine: desde las primeras vistas registradas a principios del siglo XX por los camarógrafos de Lumière, hasta los "minutos" filmados hoy por niños y adolescentes que, en todo el mundo, se están iniciando en el cine.
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El alumno elige el lugar, el tema y, especialmente, el momento preciso en que comienza su toma. La cámara graba desde una posición fija sin paneo, aunque puede colocarse sobre, o dentro de, un objeto en movimiento (automóvil, ascensor, tren o subterráneo, entre otros) y el sonido se graba en directo. Imitando el gesto de un camarógrafo Lumière, la cámara debe detenerse después de 60 segundos, reloj en mano, como si el carrete se detuviera. Por lo tanto, cada minuto es el resultado de una elección y, en parte, del azar. Finalmente, el alumno da título a su minuto.
Los minutos seleccionados y mostrados a continuación reflejan la mirada de los niños y adolescentes sobre el mundo, a través de diferentes regiones de Francia y diferentes países.
